Los castellanos del medievo utilizaron cauces múltiples y efectivos para lavar las manchas de la honra. Puntillosos ante cualquier menoscabo de su buen nombre o ante ofensas a su persona, se sirvieron de los resortes que les proporcionaba la ley para su salvaguarda: el desafío o el riepto y la lid, como corolario posible aunque no imprescindible de uno u otro.
Porro Girardi, N. (1986). La defensa de la honra a uso de Indias. Revista Chilena De Historia Del Derecho, (12), Pág. 232–331. https://doi.org/10.5354/rchd.v0i12.24971