El autor analiza la presencia de la República Popular China en América Latina y sus repercusiones para la seguridad nacional de los Estados Unidos en la última década. Al sostener que actualmente la RPC no amenaza los intereses vitales de Estados Unidos en su patio trasero, el autor toma en cuenta el diálogo estratégico sino-estadounidense, la seguridad nacional de la RPC y su estrategia regional. Aunque America Latina busca desesperadamente un redentor económico, China aún no está dispuesta a desafiar a los Estados Unidos. El autor plantea que la teoría de la amenaza amarilla es exagerada y que ella es promovida principalmente por una variedad de intereses distintos en e! Congreso de los Estados Unidos y por los medios de comunicación.