Este artículo analiza la legislación antiinmigrante adoptada en Arizona, Estados Unidos, conocida como la Ley SB 1070, desde la perspectiva de los derechos humanos. Describe el impacto sumamente negativo que tiene la ley sobre los individuos que afecta. Al mismo tiempo considera la xenofobia que la motivó y el ambiente discriminatorio que trae como consecuencia en contra de las minorías étnicas y raciales, particularmente los latinos. Al hacerlo, pone en duda la efectividad de la Ley SB 1070, y otras medidas represivas, para controlar la migración irregular. Procede a analizar las violaciones graves de derechos humanos que implica la ley, en relación con el derecho a la igualdad y la libertad y la obligación general de un Estado de promover un ambiente respetuoso de los derechos humanos, especialmente para personas tradicionalmente marginalizadas, como son los inmigrantes irregulares. El artículo concluye con un análisis de la ambivalencia imperante en Estados Unidos hacia el uso de los derechos humanos como marco para cuestionar la Ley SB 1070 y medidas similares. El artículo llama a la mayor utilización del derecho internacional de los derechos humanos como herramienta para impulsar cambios en la política y legislación de los Estados Unidos en materia migratoria.